LAS MISIONES FRANCISCANAS

Colegio de la Santa Cruz de Querétaro
Los Hermanos Menores Franciscanos, una de las tres ramas de esta Orden europea, llegaron a México en 1523. La hermandad, dividida en Provincias y Custodias, eran agrupaciones de fraternidades o conventos establecidos en un territorio. Cuando una agrupación tenía recursos propios para sostenerse tomaba el nombre de Provincia. Las Custodias no sólo carecían de los recursos de aquéllas, sino que dependían de las mismas.

Fray Juan de Larios: 
el fundador de la Coahuila
La Custodia de Coahuila se debió a Fray Juan de Larios, de la Provincia de Santiago de Jalisco. Las principales fundaciones fueron San Francisco de Coahuila (1675), que fue la sede; San Buenaventura de Cuatro Ciénegas (1676) y Santa Rosa de Viterbo de Nadadores (a más tardar, 1677).

Entre 1682 y 1697 fue posible fundar otra conversión en Valladares, llamado por unos Santiago y por otros San Felipe. En 1690 se establecieron las de San Bernardino de la Caldera y San Antonio de Padua de las Adjuntas. En 1697 un nuevo grupo de franciscanos permitió la fundación de San Antonio Gelindo Moctezuma, Dulce Nombre de Peyotes (1698) y Valle de San Cristóbal, llamado también de San Francisco Javier (1698).

En 1781 los franciscanos de la Provincia de Jalisco, para atender mejor las misiones de Sonora que se les habían confiado, debieron renunciar a éstas de la Custodia de Coahuila, las cuales fueron entregadas a los religiosos del Colegio de San Francisco de Pachuca. Terminó esta Custodia, pero no sus misiones, que pasaron a otras manos.

Las misiones del Colegio de Querétaro en Texas, fueron la de San Francisco de los Texas (1690) y la de san Antonio Texas (1691). En 1718 instruyeron la de San Antonio de Valero, y en 1722, la de San Francisco Javier de Nájera; la Purísima Concepción de Acuña, cuyos inicios se remontan a 1716, al igual que la de San Juan de Capistrano; y en 1731 se fundó la de San Francisco de la Espada, cuyo nombre original, hacia 1690, había sido el de San Francisco de los Texas. En 1773 estas misiones fueron entregadas por el Colegio de Querétaro al de Guadalupe, Zacatecas.
Fray Antonio Margil de Jesús

El Colegio de la Santa Cruz de Querétaro fue le primero de estos seminarios que se abrió en México, en 1682, y del que saldría Fray Antonio Margil de Jesús, el más distinguido de los misioneros de este colegio, conocido como apóstol de Texas, México y Centroamérica.


Las misiones de Coahuila fueron las de San Juan Bautista de Río Grande (1690), San Francisco Solano (1700) y San Bernardo (1703); y en el antiguo Reino de Nuevo León, las de San Pedro de Boca de Leones, hoy Villa Aldama (1689), Nuestra señora de los Dolores de los Lampazos (1698) y San Miguel de Aguayo (1714).

En las Primerias y Sonora, en 1767 se encomendaron al Colegio de la Santa Cruz de Querétaro las misiones que habían fundado y atendido los jesuitas en Ostimuri y en las Primerias Baja y Alta.

A fines del siglo algunas conversiones de la Primeria Baja fueron trasladadas a los franciscanos de Guadalupe, Zacatecas, y los queretanos se consagraron de manera especial a las de la Primeria Alta.

Entre 1827 y 1833, a causa de las leyes de expulsión a los españoles y de secularización de las misiones, los queretanos, entregaron las suyas a las provincias franciscanas de Zacatecas y Jalisco, las cuales en un principio no pudieron suministrar el personal suficiente, y posteriormente ninguno por las leyes de exclaustración de 1860.