San Bernardo







La misión de San Bernardo, fundada a principios del año 1702 por el capitán Diego Ramón y el padre Alonso González, estaba situada a poca distancia al noreste del Presidio del Río Grande.
Mapa de las Calles de Villa Guerrero. Jack D. Eaton


Una iglesia grande y cruciforme fue construida por el padre Diego Jiménez durante los años de la década de 1760. La iglesia nunca fue terminada pero aún está en pie, marcando el sitio de esta misión. Esta era la segunda iglesia construida en la misión. Todos los otros edificios han desaparecido después del abandono del complejo. La iglesia que queda fue renovada en 1975 por el Ministerio de Obras Publicas bajo la dirección del Departamento de Edificios Coloniales (INAH) 


Iglesia de la Misión de San Bernardo construida en la
década de 1760

Durante los años 1975-1976 se hicieron investigaciones arqueológicas al norte y al noreste de la iglesia. Los vestigios enterrados de los edificios de la misión fueron localizados gracias a las excavaciones selectivas. Los resultados de este trabajo han demostrado los planos de los edificios principales que componían la misión.


Planta de los vestigios estructurales al norte
de la iglesia llevados a la luz durante las ex--
ploraciones de 1975 y 1976



A poca distancia al norte de la iglesia, había dos filas de edificios largos los cuales albergaban a las familias indias y sus talleres. Solamente fueron halladas los cimientos de piedra bajo varias pulgadas de tierra.



Excavación de los vestigios de los apartamentos Indios
al norte de la Iglesia.
Al noreste de la iglesia, más cimientos fueron encontrados y registrados.


En el área grande entre los dos grupos de edificios, donde hubo un lugar de recreación, se hallaba el cuadrángulo de la misión. No fue hallada ninguna evidencia de recinto y es posible que no haya habido ninguno.

El grupo oriental de estructuras comprendía la iglesia original de San Bernardo y otras estructuras que fueron las habitaciones de los misioneros, oficinas, almacenes y talleres.

La iglesia original tenía una estructura sencilla lineal y probablemente fue usada hasta que la misión fue abandonada. No se sabe si la iglesia que aún está de pie fue jamás consagrada y usada para los ritos.

Completadas las exploraciones y los registros, gran parte de los vestigios de nuevo fueron cubiertos de tierra para ser conservados.

En 1727 el padre “Miguel Sevillano de Paredes describe a la Misión” como una de hermosa construcción y decoración. La Misión constaba de distintos elementos según la cita realizada por Weddle:

Había una cocina, dos oficinas y dos celdas bajo un mismo techo formando un patio en su interior. La iglesia que en este tiempo existió no era la actual iglesia. Existía un gran corral formado por una barda de piedra donde en uno de los lados tenía dos cuartos, todavía sin techo pues venían de ser construidos. Una galería de piedra y otros dos corrales más guardaban el ganado. Una hortaliza donde se sembraban vegetales. El pueblo de la Misión consistía en cinco casas de techo plano, l6 de adobe y paja y además algunas rancherías.

Posteriormente hubo una visita del Fraile Francisco Xavier Ortiz en l756 en su reporte se mostraba una gran mejora de la Misión con respecto a la inspección de padre Sevillano. Para esta época la iglesia era de una sola nave y estaba construida de piedra. “Tenía 27 varas de largo y más de 4 varas de ancho. La iglesia de San Bernardo requería ampliación ya que en los años subsecuentes su auge era evidente. En 1772 el padre Morfí menciona que se empezó la construcción de la nueva iglesia de San Bernardo. Esta era de sillar de piedra y llegaba ya a las cornisas de los muros y prontamente seria terminada.” Pero que los costos para seguir construyendo se elevaban. Dice también que la iglesia en su uso era una pequeña oscura nave de adobe con techo de cañón, el altar se encontraba sin ornamentación alguna y la sacristía se encontraba en mejor estado que la de San Juan Bautista.

Otro reporte de 1790, nos dice que la iglesia en función era aquella realizada en un principio para la Misión. No muy lejos, aún de pie, se encuentra la gran construcción de piedra iniciada un cuarto de siglo atrás pero jamás terminada. El bautisterio y la sacristía habían sido terminados pero el resto de la estructura seguía sin techarse aunque sus muros tuvieran la suficiente altura.

La iglesia de San Bernardo es de piedra, sus sillares de piedra extraídos de la zona. Las rocas de su fundación son cubos de dos a tres pies. La iglesia consta de un bautisterio, cuya cubierta se mantiene, una sacristía con bóveda de cañón corrido, sus muiros están aún bien definidos aunque es su interior empiezan a derrumbarse.

La nave es de 1202 pies de largo y 24 de ancho a excepción del crucero donde tiene un ancho de 57 pies. La luz entra a través de pequeños orificios en las paredes a lo largo de los muros y son demasiados profundos para funcionar como brazos de juego. Hay una noria de piedra al oeste de la iglesia, donde se encuentra el atrio.

Las misiones requerían de mayor ayuda económica y provisiones para poder subsistir.

La lucha por sobrevivir se volvió más difícil después de 1772, mientras que el sentimiento por disminuir las actividades de las Misiones del Río Grande del Norte crecía. La regulación de 1772 trajo muchos cambios a San Juan Bautista del Río Grande. Aunque las dos misiones excluyendo la de San Francisco Solano, seguían en función, su importancia se tambaleaba y la figura de mayor importancia pasaba al presidio.

La presencia de las Misiones como base para crear un espacio de vida sedentario en el que se pudieran fundar pueblos obtuvo un éxito rotundo.

Las Misiones del Río Grande lograron crear un importante medio de subsistencia para los pueblos de civiles y militares, comercializando y distribuyendo bienes producidos en el mercado regional e impulsando grandes empresas ganaderas y agrícolas en esta árida región.

La tecnología hidráulica de los franciscanos impulsó además de lo ya mencionado, al florecimiento de pueblos no indios que habrían de conformar la colonización definitiva de esta región.

En los inicios de la Revolución de Independencia de 1810, las misiones del Río Grande, como se conocieron, dejaron de existir. Para marzo de 1826, el Gobernador decreta la división de tierras y aguas de las misiones. Una vez que las misiones se secularizaron, el creciente desuso de los inmuebles provocó su deterioro y en algunos casos, su desaparición.


Fuentes:

DU TILLY LABORDE, Miléne Hayaux. La Misión de San Bernardo. Candelaria Pérez. Primera edición. México: 2003, 89 p.


EATON, Jack D. A guide to the Town and Mission, Wanda Kaufmann (trad.); The University of Texas at San Antonio.